VINO MONTES ALPHA M 2013 ICONO CABERNET SAUVIGNON

Vino Montes Alpha M 2013 Icono Cabernet Sauvignon

Intenso color rojo oscuro. Muy elegante aromáticamente: predominan los frutos rojos, cassis, grosellas y cerezas, acomple-jándose con la guarda por 18 meses en barricas francesas. Así también sobresalen aromas a cedro, vainilla y dulce de leche. En boca es concentrado, con taninos densos y sedosos. Gran volumen y acidez con un largo final, donde el 5% de Petit Verdot aporta carácter y potencial de guarda por sobre 20 años. Montes Alpha M es un blend de Cabernet Sauvignon (80%), Cabernet Franc (10%), Merlot (5%) y Petit Verdot (5%). Sin duda un excelente exponente del Cabernet Sauvignon chileno.


Los viñedos destinados a nuestro Montes Alpha M están ubicados dentro del Valle de Colchagua, específicamente en nuestra finca de Apalta. Sus suelos son de origen granítico, con variados contenidos de arcillas, profundidad y contenidos de materia orgánica y, particularmente, en los tipos de piedras que se pueden encontrar, que van desde las de origen fluvial hasta glacial, lo que da una idea de la gran diversidad de suelos de nuestras viñas. Posee zonas de marcada influencia del río Tinguiririca y zonas influenciadas por los aluviones y desprendimiento de material desde lo alto del cordón montañoso que delimita el valle. Los suelos suelen ser profundos en el plano y más delgados en el pie de montaña y las partes altas.


Fecha de Cosecha: desde el 15 al 29 de abril. La temporada 2012–2013 se inició con una primavera con temperaturas más bajas de lo normal en todas las regiones productoras de uva vinífera, lo que marcó un retraso en el inicio de la brotación y floración de entre 1 y 2 semanas respecto de la temporada anterior. El invierno 2012 fue más bien seco, dejando un déficit de agua en la zona de Colchagua. Sin embargo, el mes de diciembre registró dos eventos de precipitaciones considerables e inusuales en la zona central, que repercutieron en una vigorosa elongación de bayas, ocasionando que los racimos tuvieran la tendencia a ser más pesados de lo normal. El verano se presentó frío también, retrasando la entrada en pinta y prolongando su duración hasta principios de febrero. Sumado a esto, se registraron algunas precipitaciones que pusieron en riesgo la calidad de las uvas más sensibles. No obstante, febrero presentó algunos días con altos peaks de temperatura, lo que aceleró en cierta medida el ritmo de madurez de las uvas, que de todos modos no se igualó a la temporada anterior ya que las cosechas se iniciaron dos semanas más tarde. Los racimos se presentaron bien sueltos y colgando libres en las plantas, pudiendo así estar menos susceptibles a los efectos del agua libre en la superficie de las bayas. La cosecha 2013 se puede considerar más bien fresca, sana y sin problemas de enfermedades, con buenos parámetros de acidez natural, pH y potenciales de alcohol moderados, que resultaron en vinos balanceados, aromáticos y con gran potencial de guarda.


Vendimia 2013

Esta temporada las condiciones climáticas del valle de Colchagua se presentaron bastante frías, principalmente la primavera y el verano lo que ayudó a tener producciones con muy buenos niveles de acidez principalmente en vinos blancos. A diferencia de la temporada anterior no hubo problema de disponibilidad de agua en la región, las precipitaciones acumularon 411 mm , las lluvias se registraron durante el invierno y principios de primavera. Debido a lo anterior no hubo información de deshidratación de bayas ni sequías.


Las temperaturas medias mínimas se mantuvieron bastante similares a las de la temporada anterior, quizás levemente superiores con rangos de entre 3 y 13,5°C en julio y enero. Las medias máximas, por otro lado se presentaron en rangos entre 12°C en julio y 31°C en febrero. La pinta ocurrió durante la segunda quincena de enero en los cultivares tintos Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah, llegando a principios de febrero en Carmenère, en cepajes blancos durante los primeros días de enero en Chardonnay, Sauvignon blanc y Viognier. Mientras que la cosecha se presentó retrasada y se llevó a cabo la primera quincena de marzo en Merlot y las cepas blancas y en abril e incluso mayo en Cabernet-Sauvignon, Carmenère y Syrah.


En general a los vinos tintos le falta madurez de tanino y además se presentó una disminución del grado alcohólico en cerca de 1,5° menos de lo histórico, lo que se visualiza como vinos más frutales y frescos.