MONTES PURPLE ANGEL 2013 ICONO CARMENERE

Vino Montes Purple Angel 2013 Icono Carmenere

Intenso color rojo carmín. De gran potencia aromática, con predominancia de frutos negros y rojos maduros, con notas lácticas y cierto aporte de especias dulces, biscocho y confitería. Los 18 meses de guarda en barricas le confieren aromas de vainilla, chocolate amargo, nuez moscada y tostado, muy bien armonizados con la fruta madura. En boca es un vino bien estructurado, con correcto balance, de taninos muy bien redondeados, en perfecta armonía con la acidez aportada por el 8% de Petit Verdot en la mezcla final; se muestra cremoso, graso y con larga persistencia al final. Sabroso y muy en sintonía con su fracción aromática.


Los viñedos destinados a nuestro Purple Angel están ubicados dentro del Valle de Colchagua, específicamente en las áreas de Marchigüe y Apalta. Sus suelos son de origen granítico, variando todos ellos en sus contenidos de arcillas, profundidad y contenidos de materia orgánica y particularmente en los tipos de piedras que se pueden encontrar, que van desde las de origen fluvial hasta glacial lo que da una idea de la gran diversidad de suelos de nuestras viñas. Apalta es de suelos muy heterogéneos, con zonas de marcada influencia del río Tinguiririca y zonas influenciadas por los aluviones y desprendimiento de material desde lo alto del cordón montañoso que delimita el valle. Los suelos suelen ser profundos en el plano y más delgados en el pie de montaña y las partes altas. Para el caso del Carmenère, las viñas se localizan preferentemente en zonas planas, donde el suelo es más profundo y con moderada retención de humedad. Marchigüe se presenta con superficies más planas y colinas de baja a mediana pendiente. Sus suelos son de profundidad baja, en algunos casos no más de 60 cm, con mediano contenido de arcillas y alta capacidad de retención de agua. Los viñedos se encuentran ubicados en las zonas sin pendiente. Los viñedos se encuentran ubicados en las zonas de menor pendiente y están plantados a una densidad de 5.555 pl/ha (2.250 pl/acre) y son manejadas en sistema doble guyot, buscando un rendimiento aproximado de 3,5 a 4,0 ton/ha (1,4 a 1,6 ton/acre). Las hojas más cercanas al racimo son removidas severamente a inicios de Enero, de manera de dejar los racimos totalmente expuestos, lo que nos permite lograr una madurez homogénea y, más importante aún, reducir los contenidos de piracinas propios de esta variedad.


Fecha de Cosecha: entre el 24 de Abril y el 24 de Mayo, 2013. En la temporada 2012–2013 el tiempo se presentó con una primavera más fresca de lo normal en todas las regiones productoras de uva vinífera, lo que marcó un retardo en el inicio de la brotación y floración respecto de la temporada anterior. Luego de un invierno que dejó déficit de agua en la zona de Colchagua, Diciembre registró precipitaciones en la zona central que repercutieron en una vigorosa elongación de bayas, por lo tanto los racimos tuvieron la tendencia a ser más pesados. Enero se presentó frío también, retrasando la entrada en pinta y prolongando su duración. Sumado a esto, se registraron precipitaciones que pusieron en riesgo la calidad de las uvas más sensibles. En definitiva, durante el periodo de maduración de bayas, se presentaron principalmente días frescos. Sin embargo, Febrero presentó algunos días con altos peaks de temperatura, lo que aceleró en cierta medida el ritmo de madurez, pero que de todos modos no se igualó a la temporada anterior ya que las cosechas se iniciaron tres semanas más tarde. Se puede considerar el 2013 como una cosecha más bien fresca, de alcoholes potenciales moderados, con una gran concentración de las pieles debido a la lenta madurez. Los racimos se presentaron bien sueltos y colgando libres en las plantas, pudiendo así estar menos susceptible a los efectos del agua libre en la superficie de las bayas.


Vendimia 2013

Esta temporada las condiciones climáticas del valle de Colchagua se presentaron bastante frías, principalmente la primavera y el verano lo que ayudó a tener producciones con muy buenos niveles de acidez principalmente en vinos blancos. A diferencia de la temporada anterior no hubo problema de disponibilidad de agua en la región, las precipitaciones acumularon 411 mm , las lluvias se registraron durante el invierno y principios de primavera. Debido a lo anterior no hubo información de deshidratación de bayas ni sequías.


Las temperaturas medias mínimas se mantuvieron bastante similares a las de la temporada anterior, quizás levemente superiores con rangos de entre 3 y 13,5°C en julio y enero. Las medias máximas, por otro lado se presentaron en rangos entre 12°C en julio y 31°C en febrero. La pinta ocurrió durante la segunda quincena de enero en los cultivares tintos Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah, llegando a principios de febrero en Carmenère, en cepajes blancos durante los primeros días de enero en Chardonnay, Sauvignon blanc y Viognier. Mientras que la cosecha se presentó retrasada y se llevó a cabo la primera quincena de marzo en Merlot y las cepas blancas y en abril e incluso mayo en Cabernet-Sauvignon, Carmenère y Syrah.


En general a los vinos tintos le falta madurez de tanino y además se presentó una disminución del grado alcohólico en cerca de 1,5° menos de lo histórico, lo que se visualiza como vinos más frutales y frescos.